Los sofás son una parte muy relevante de nuestros salones, ya que ocupan una gran parte del espacio. Es por eso que dependiendo que sofá elijamos, nuestro centro del hogar adoptará un estilo u otro. Pero no solo hemos de centrarnos en el diseño: hoy en día son lugares donde pasamos muchas horas, viendo la televisión, jugando a la consola, o reuniéndonos con nuestros familiares y amigos. De modo que la mejor opción será decantarnos por los sofás que fusionen estas dos características: comodidad y diseño.
Busca la comodidad
Uno de los aspectos esenciales a la hora de elegir un sofá, como hemos mencionado antes, es la comodidad. Pero, ¿cómo saber si el sofá es cómodo?
Ergonómico
Ya que pasaremos muchas horas sentados en el sofá, es importante que el este sea ergonómico. Es decir, que al sentarnos nuestra espalda esté totalmente colocada en el respaldo (por lo general, la profundidad recomendable del asiento es entre 65-75 centímetros, y la altura del respaldo entre 80-90 centímetros). Por otro lado, nuestros pies han de posarse en el suelo sin dificultad.
Tamaño idóneo
Para comenzar, tenemos que valorar el espacio del que disponemos en nuestro salón. El sofá que elijamos ha de dejar el suficiente espacio para que podamos caminar cómodamente por la estancia. Es por eso que si nuestro salón es pequeño, hemos de decantarnos por sofás de menor tamaño. Si por lo contrario nuestro salón es amplio, podemos elegir sofás más grandes. Además, contando con un gran espacio, siempre puedes complementar el sofá con sillones. Estos, nos proporcionarán más sitio donde recibir a nuestros invitados, o la posibilidad de generar pequeños espacios destinados a la lectura, por ejemplo.
Dureza
Los sofás más cómodos son aquellos que no son ni muy duros ni muy blandos. Lo más aconsejable es que la zona de sentarse sea firme para que no surjan deformaciones en el material. La única parte que siendo más blanda supone un extra de comodidad, es la de la zona lumbar, en el respaldo.
Reposabrazos
Si nos gusta tumbarnos en el sofá, y no nos decantamos por un chaise longue, hemos de tener en cuenta qué tipo de reposabrazos elegimos. Se recomienda que este sea de unos 15-20 centímetros.
Encuentra el diseño que más se adapte a tu personalidad
Ahora que ya sabemos qué características hemos de tener en cuenta para que nuestro sofá sea cómodo, llega el momento de centrarnos en el diseño. Primero, hemos de pensar en cuales son nuestras necesidades: cuántos somos en casa, cuánto espacio necesitamos para los invitados, el tamaño de nuestro salón, etc. Dependiendo de estás características elegiremos un sofá de dos plazas, de tres, o un chaise longue. También hemos de pensar en qué tipo de tela va mejor en nuestro salón:
Sofá de piel
Si buscamos un estilo sobrio y elegante, hemos de decantarnos por un sofá de piel.
Un aspecto destacable de los sofás de este material, es la facilidad de limpieza. Es por eso que si queremos que nuestro sofá sea en tonos claros, y que estos mantengan su brillo por mucho tiempo, la piel es el material idóneo. Un chaise longue en tonos blancos como el Erika, por ejemplo, irá perfecto en cualquier salón de grandes dimensiones.
Sofá de tela
Una ventaja de los sofás de tela es que encontramos una mayor variedad de colores, estampados y texturas. Es por eso que si estás buscando algo más colorido, encontrarás más opciones en los sofás de tela. El modelo de sofá Tero, por ejemplo, le dará un estilo más étnico a tu salón.
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