El Patchwork nació siendo una manera ancestral de reciclaje: mediante el cosido de las diferentes telas que se podían encontrar en una casa, se creaba una mayor con diferente utilidad, ya pudieran ser colchas, edredones, etc., y una estética muy particular, debido a los diferentes colores y texturas de las pequeñas telas que la componían.
Con el paso del tiempo, el Patchwork ha ido evolucionando hacia un estilo decorativo y de moda que se renueva constantemente. En la actualidad, se pueden encontrar aplicaciones de Patchwork no sólo en telas y tapicerías, sino también como recubrimiento de diferentes muebles.
Una pieza o elemento decorativo en estilo Patchwork es una atractiva manera de aportar colorido y viveza a cualquier ambiente, y si somos mañosos, nosotros mismos podremos crearlo.