Los colchones son una parte fundamental para asegurar un buen descanso. La calidad del sueño es uno de los pilares de un buen descanso, lo cual es necesario para el óptimo bienestar y buen estado de salud. Es recomendable que cambiemos de colchón cada 5-7 años. De hecho, si utilizamos nuestros colchones más tiempo del recomendado, puede intervenir directamente en nuestra calidad del descanso.
En este artículo os contaremos los diferentes problemas que puede acarrear el dormir en un colchón viejo, y algunos consejos para asegurar que nuestra cama está en perfectas condiciones.
Dormir en colchones viejos
Como hemos mencionado previamente, dormir en colchones viejos puede conllevar problemas de salud. Incluso no teniendo signos de deterioro, un colchón viejo habrá perdido sus propiedades y puede provocar problemas igualmente. A continuación os explicaremos algunos de los problemas más frecuentes que surgen al dormir en colchones viejos.
Peor calidad de sueño y estrés
Los colchones, al perder propiedades como la firmeza por ejemplo, dejan de ofrecer una buena calidad de sueño. Es por esto que es posible padecer de insomnio por la incomodidad del colchón. Al no dormir bien en nuestro día a día, podemos comenzar a sentir estrés.
Alergia a los ácaros y polvo
Otro problema de salud que nos puede ocasionar el dormir en colchones viejos o en mal estado, es desarrollar alergias que no teníamos. Las más habituales son la alergia a los ácaros y al polvo. Además, si no cambiamos el colchón y los síntomas persisten, esto puede empeorar y derivar en problemas respiratorios, e incluso oculares.
Molestias cervicales
Para que nuestra postura mientras dormimos sea la adecuada, es necesario que el colchón disponga de la firmeza necesaria. Es por eso que cuando los colchones pierden esta propiedad, nos pueden originar dolores cervicales, produciendo tirones y pinzamientos en los músculos del cuello.
Dolor en la espalda
Debido a esta falta de firmeza, un colchón viejo no ofrecerá una optima sujeción del cuerpo. Es por eso que adoptaremos una postura incorrecta al dormir, y nos provocará dolores de espalda frecuentes.
Moho y humedades
La sudoración mientras dormimos, provoca humedades en el colchón. Con el tiempo, estas humedades pueden conllevar la aparición de moho. Esto no tiene nada que ver con falta de higiene, es simplemente una reacción al paso del tiempo. Pero es que el moho puede provocar problemas respiratorios, por lo que es recomendable cambiar inmediatamente de colchón si vemos signos de humedad.
Consejos para el mantenimiento de los colchones
Está claro que el primer y mejor consejo es que pasados 5-7 años, es aconsejable cambiar de colchón. Y además, una vez tengamos nuestro nuevo colchón, o para mantener en buen estado el nuestro, hay una serie de consejos a seguir. De esta forma nos aseguraremos de que en sus años útiles, el colchón mantenga su ergonomía, confort y firmeza.
- Ventilar las habitaciones todos los días antes de hacer la cama, por lo menos 5 minutos. De esta forma ayudamos a eliminar las bacterias, ácaros y humedades provocadas por la sudoración.
- Es aconsejable cambiar y lavar las sábanas una vez a la semana. Sacudirlas antes de hacer la cama ayudará a mantener la limpieza de los colchones.
- Para que el colchón se mantenga limpio, es recomendable cubrirlo con una funda.
- Dar la vuelta al colchón periódicamente, por lo menos 4 veces al año. De esta forma nos aseguraremos de que no existan deformaciones en el colchón por diferentes pesos y presiones.
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